¿Por qué huele mal el alcantarillado y qué puedes hacer al respecto en tu comunidad? 

El secreto para acabar con el mal olor del alcantarillado de forma efectiva

Tabla de contenidos

El problema invisible bajo nuestros pies 

A todos nos ha pasado: vas caminando por la calle, te acercas a una alcantarilla y de repente te invade un olor desagradable, a veces incluso insoportable. Estos malos olores procedentes del sistema de alcantarillado son más que una simple molestia: son señales de que algo en la red de saneamiento no está funcionando del todo bien. Y lo peor es que, si no se tratan, pueden empeorar con el tiempo, afectando al bienestar vecinal, la imagen urbana y hasta la salud pública. 

Pero… ¿por qué ocurre esto? ¿Qué podemos hacer como comunidad para evitarlo? 

¿A qué se deben los malos olores del alcantarillado? 

Los sistemas de alcantarillado urbano están diseñados para transportar las aguas residuales domésticas e industriales hacia las estaciones depuradoras. Sin embargo, diversos factores pueden generar gases malolientes que, si no se controlan adecuadamente, terminan saliendo a la superficie. 

1. Sifones secos o sin mantenimiento 

Los sifones (o trampas de agua) son elementos básicos en la fontanería que impiden que los gases del alcantarillado regresen al interior de los edificios o salgan por las rejillas en la vía pública. Cuando estos sifones se secan —ya sea por falta de uso, evaporación o filtraciones— dejan de actuar como barrera. 

2. Ventilación deficiente en la red 

Toda red de saneamiento necesita respirar. Para ello, se diseñan conductos de ventilación que permitan liberar los gases generados por la descomposición de materia orgánica (como el metano o el ácido sulfhídrico). Cuando estos conductos son insuficientes, están obstruidos o mal diseñados, los gases buscan otras salidas… como las tapas de alcantarilla o sumideros. 

3. Acumulación de residuos orgánicos 

Restos de comida, aceites usados, toallitas, jabones y otros compuestos orgánicos que se vierten por los desagües generan sedimentos y materia en descomposición, intensificando la generación de olores fétidos. 

4. Elevadas temperaturas 

Durante los meses más cálidos, el calor acelera la descomposición de los residuos presentes en la red, haciendo que los malos olores sean más intensos y frecuentes. Este fenómeno se agrava con el cambio climático, que ya provoca olas de calor más largas y frecuentes. 

¿Por qué es un problema comunitario? 

Aunque pueda parecer un problema técnico o municipal, los malos olores del alcantarillado afectan directamente a la calidad de vida de quienes viven cerca. Algunas consecuencias visibles son: 

  • Molestias vecinales y reducción del confort urbano 
  • Desvalorización de viviendas en zonas afectadas 
  • Problemas de salud como irritación de mucosas, dolor de cabeza o náuseas en casos extremos 
  • Aumento de insectos y plagas como moscas, cucarachas o ratas 

Además, el mal olor suele estar acompañado de problemas estructurales en la red de saneamiento, que si no se resuelven a tiempo pueden derivar en atascos, reventones, o contaminación del subsuelo. 

¿Qué puedes hacer tú y tu comunidad? 

Aunque parte de la solución depende de los gestores del sistema de saneamiento del alcantarillado (ayuntamientos o empresas concesionarias), la ciudadanía también puede colaborar activamente. 

Buenas prácticas en casa: 

  • No verter aceites por el fregadero. Un solo litro puede contaminar hasta 1.000 litros de agua. 
  • Evitar desechar toallitas, pañales o productos de higiene en el inodoro
  • Usar rejillas en los desagües para evitar que restos de comida o cabello se acumulen. 
  • Mantener en uso los sifones de lavabos, duchas o sumideros, incluso en segundas residencias. Si no se usan frecuentemente, vierte agua cada cierto tiempo. 

Acciones comunitarias: 

  • Reportar a las autoridades municipales o empresas de gestión de aguas cualquier foco de olor persistente. 
  • Participar en campañas de educación ambiental o solicitar talleres sobre saneamiento y uso responsable del agua. 
  • Fomentar soluciones preventivas, como la instalación de dispositivos que mejoran el rendimiento de la red. 

Filtros anti-olores: una solución eficaz y accesible 

Una de las soluciones más prácticas y de bajo coste para mitigar estos olores son los filtros anti-olores instalados en los puntos críticos de la red, como arquetas, tapas de alcantarilla, bajantes pluviales o respiraderos. 

¿Qué son los filtros anti-olores

Los filtros anti-olores son dispositivos que permiten el paso del aire (ventilación) pero bloquean los gases malolientes gracias a tecnologías como: 

  • Filtros de carbón activado, que adsorben los compuestos volátiles responsables del mal olor. 
  • Válvulas de retención, que permiten la salida de gases pero se cierran automáticamente al detectar presión negativa o retroceso. 
  • Tapas con juntas herméticas y sistemas filtrantes integrados. 

¿Dónde se instalan los filtros anti-olores? 

Se pueden colocar en: 

  • Sumideros exteriores 
  • Rejillas de ventilación en patios o tejados 
  • Arquetas de inspección 
  • Bajantes en edificios 
  • Cámaras de registro en comunidades 

¿Qué beneficios tienen los filtros anti-olores? 

Eliminación efectiva del olor sin afectar la ventilación. 

  • Mejora de la convivencia vecinal. 
  • Imagen positiva para la comunidad. 
  • Mantenimiento más eficiente y previsión de averías. 

El bienestar empieza por debajo 

Los malos olores del alcantarillado no son solo un problema estético o una incomodidad pasajera: son señales de alerta sobre el estado de nuestras infraestructuras urbanas. Abordarlos no requiere grandes obras ni presupuestos millonarios, sino conciencia, colaboración y pequeñas intervenciones inteligentes, como los filtros anti-olores. 

Como ciudadanos, tenemos la responsabilidad y la capacidad de actuar. Desde cuidar lo que vertemos en casa, hasta proponer mejoras al ayuntamiento o instalar soluciones sencillas en nuestras comunidades. Porque vivir en un entorno limpio, sin malos olores, también es un derecho… y una tarea compartida. 

¿Por qué huele mal el alcantarillado y qué puedes hacer al respecto en tu comunidad? 

Mantén el alcantarillado limpio con filtros para bajantes de polipropileno, diseñados para detener la suciedad.

El filtro de agua de lluvia garantiza el correcto funcionamiento de todos los sistemas de canalones. Gracias a esta función, también puede verificar fácilmente el grado de contaminación de las tuberías.

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