¿La palabra ósmosis te suena a chino? Seguro que la has escuchado en varias ocasiones sin entender del todo su significado. Es normal, es un término que no utilizamos en nuestro día a día, aunque el proceso de ósmosis sí que se lleva a cabo cada día en nuestro organismo y fuera de él. Hablemos de la definición de ósmosis para entenderla mejor.
¿En qué consiste la ósmosis?
La ósmosis es un fenómeno que se produce de manera natural al intercambiar materia entre dos soluciones líquidas mediante una membrana semipermeable. De esta manera, se equilibran las concentraciones de solutos sin ser necesario ningún tipo de fuerza energética. La ósmosis es un fenómeno esencial para el metabolismo celular de los seres vivos.
Para que lo entendamos mejor, imagina que ponemos dos soluciones de agua con sal unidas por una membrana semipermeable con dos concentraciones de sal diferentes (más en una solución que en la otra). La sal no podría pasar de una a otra, pero el agua (mediante el transporte activo) sí y así lo haría para que ambas soluciones tuviesen la misma concentración de sal.
Podemos distinguir entre tres medios acuosos diferentes separados por esa membrana:
- Medio hipotónico: Cuando la concentración del soluto A es menor que la B
- Medio hipertónico: Cuando la concentración de soluto A es mayor que la B
- Medio isotónico: Cuando A y B tienen la misma concentración, es decir, están en equilibrio.
¿Qué función tiene la ósmosis?
La ósmosis tiene una función vital para los seres vivos y su metabolismo celular, ya que transporta la materia entre el interior y el exterior de la célula para que estén en equilibrio. De hecho, gracias a este fenómeno podemos entender mejor el origen de la vida.
También podemos aprovechar la ósmosis en nuestro día a día para, por ejemplo, desalar el agua. Es lo que se conoce como ósmosis inversa y gracias a ella se llevan a cabo procesos de refrigeración.
Cómo funciona la ósmosis
Como bien hemos comentado antes, la ósmosis es un proceso por el cual se equilibran concentraciones de dos soluciones mediante una membrana semipermanente. Así, los solutos que están en la solución con mayor concentración pasarán a la de menor concentración hasta quedar igualados.
Este proceso puede llevarse a cabo tanto dentro de los organismos como fuera de ellos.
Tipos de ósmosis
Podemos distinguir entre dos tipos de ósmosis de manera general, la que se produce de manera directa (que puede darse tanto en células animales como en vegetales), y la que se lleva a cabo de manera inversa. Veamos ambas para entender mejor sus diferencias.
La ósmosis directa
Encontramos este fenómeno en todo tipo de seres vivos, tanto del mundo animal como del vegetal. En el caso de las células animales, si éstas no presentan mecanismos para regularse (en este caso mediante las membranas de las células, que son semipermeables, las membranas plasmáticas), podría darse el caso de citólisis o cremación y llevar a la muerte celular. Esto puede suceder en cualquier ser vivo animal como anfibios, reptiles, mamíferos…
Por otra parte, puede suceder la ósmosis en las células vegetales. Las membranas de sus células también son semipermeables, por lo que permiten el paso del agua para equilibrarse (su difusión).
La ósmosis inversa
La ósmosis inversa es un proceso similar al de la ósmosis que acabamos de ver, pero utilizado para desalar el agua (bien marina o salobre), es decir, hacer agua potable. En este caso sí es necesaria la energía para que se lleve a cabo, al contrario que la ósmosis en las células animales o vegetales. Para ello, parte del solvente de la solución más concentrada pasa a la solución menos concentrada ejerciendo presión mayor que la presión osmótica natural.
El resultado también es diferente al de la ósmosis directa, ya que las dos soluciones no tendrán la misma concentración. Esto sirve para purificar el agua o retener soluto.
En muchos hogares ya es normal encontrar filtros de desalinización que produzcan agua doméstica, se instalan debajo del fregadero de la cocina e incluye un grifo pequeño situado al lado del corriente por el que sale el agua desalada. Son muy sencillos de instalar y de usar. Esto es lo que se conoce normalmente como ósmosis agua.
Ejemplos de ósmosis
Como con ejemplos se entiende todo mejor, veamos algunos sobre la ósmosis directa y la ósmosis inversa.
- Ejemplo de ósmosis directa: Las plantas que habitan en zonas muy salinas presentan una alta presión osmótica, lo que es necesario para que puedan vivir en ese entorno extremadamente salado.
- Ejemplo de ósmosis inversa: La fabricación de la fécula de patata, preconcentrados de lácteos o huevo, la estabilización de vinos o la fabricación de cerveza baja en alcohol requieren del proceso de ósmosis inversa.
Como ves, la ósmosis es un fenómeno esencial para la vida, mucho más de lo que nos podemos imaginar, y siempre es bueno conocer su significado y aplicaciones en nuestra rutina diaria.