Como ya sabemos, en las casas se pueden recoger dos tipos de aguas, por un lado, las pluviales (que están limpias) y por otro lado las residuales (que son aguas contaminadas y que requieren de un tratamiento especial). Unos cuantos años atrás estas aguas iban a parar al mismo sitio, es decir, al mismo sistema de alcantarillado. Pero en la actualidad esto ha cambiado, utilizando un sistema de red separativo que recoge ambos tipos de agua por separado. ¿Quieres conocer todos los detalles? Te los contamos.
¿Qué es una red separativa?
Una red separativa es un sistema de alcantarillado que tiene dos tuberías en lugar de una. La primera recoge las aguas residuales de las viviendas (desde los baños y cocinas) y las lleva, por unos conductos, a las EDAR municipales, que son las plantas de gestión de aguas residuales de las ciudades. La segunda tubería recoge el agua de la lluvia (mediante canalones) y la transporta a sistemas de infiltración de agua.
Estos sistemas de doble tubería están instalados en todas las calles de la ciudad, para que la recogida de dichas aguas sea lo más óptima posible. Forman parte de lo que conocemos como red de saneamiento de una vivienda.
Categorías de redes separativas
Podemos encontrar dos tipos de redes de saneamiento y alcantarillado separativas:
- Redes pseudo-separativas: Disponen de conductos separados para las aguas recogidas en las calles, pero el mismo conducto en edificios de oficinas o viviendas (es decir, una red de saneamiento de un edificio). Esto se hace cuando no se puede garantizar el correcto separamiento mediante ambos tubos o hay riesgo de que desborde alguno de ellos inundando bajos.
- Redes doblemente separativas: Cuentan con una red para las aguas pluviales, otra para las aguas domésticas y otra para las aguas de locales comerciales o industrias. Al recoger las aguas domésticas y las industriales por separado, se aseguran de que el tratamiento de ambas se realice de una forma correcta, no corriendo el riesgo de mezclar residuos contaminantes o químicos de las industrias.
Redes unitarias y redes separativas
Como hemos comentado al principio, la red de saneamiento unitaria dispone tan sólo de un único conducto para transportar tanto las aguas residuales como las pluviales. Por lo tanto, mezcla aguas sucias y aguas limpias en el mismo lugar, contaminando así el agua de la lluvia y haciendo necesario el tratamiento de la misma.
La construcción de redes unitarias es, en un primer momento, más económica, pero conlleva ciertos riesgos, ya que al juntarse más cantidad de agua, puede que en ocasiones sufra desbordamientos. En estos casos, se deben instalar aliviaderos para la recepción de las aguas sobrantes contaminadas, pero puede suponer un problema para el medio ambiente.
Por otro lado, las redes separativas de saneamiento son aquellas que tienen una doble red, transportando las aguas pluviales por un tubo (red de pluviales) y los diferentes tipos de aguas residuales por otro diferente. Este tipo de redes facilitan el régimen regular de depuración del agua ya que, al no verse mezclados por agua limpia de lluvia, la cantidad de agua a depurar será mucho menor y más barata.
Beneficios de una red separativa
El principal beneficio de las redes separativas es medioambiental ya que el agua de lluvia permanecerá limpia al no mezclarse con las aguas residuales. También encontramos un beneficio económico a largo plazo puesto que, como el volumen de agua que llega a las depuradoras es menor, así será su coste de tratamiento, como comentábamos en el punto anterior.
Cómo afecta una red separativa a las EDAR
Las EDAR están preparadas para recoger las aguas residuales y empezar un proceso de depuración que las convierta en no contaminantes para el planeta. Estas plantas cuentan con una capacidad que, si se supera, podría no conseguir llevar a cabo un correcto tratamiento de las aguas que llegan. Así, si la red es unitaria, llegará más cantidad de agua a estas plantas, dificultando su trabajo.
Cómo afecta una red separativa al medio ambiente
La red separativa ayuda a reducir el impacto ambiental de las ciudades con el vertido de las aguas residuales. Recoge sólo las aguas que realmente necesitan un tratamiento especial llevar a cabo la reutilización de aguas pero, además, evita que haya desbordamientos de los sistemas de alcantarillado, como se establece en la normativa redes de saneamiento.
Las ciudades cada vez están más preparadas para la gestión de residuos y más adaptadas para reducir su huella ambiental, como acabamos de comprobar con las redes separativas. Ahora que ya conoces cómo funcionan, cuentas con información que seguro te ha resultado interesante.